Del Amor al Odio, un sólo paso...

Hoy día llegar a convertirse en una lovemark (llegar al cielo de las marcas) requiere de un gran esfuerzo, pues en un mundo interconectado, bombardeados de información y de nuevos productos, posicionarse en el "Top of Mind" es sin duda una labor titánica y complicada, llegar a convertirse en objeto de culto ni pensarlo, es el sueño que muy pocos consiguen (véase marcas como Apple, Nike o Harley Davidson) Qué caracteriza a estas marcas? Personalidad, diferenciación, historia, notoriedad, veracidad, interactividad, participación, un gran número de atributos -que a veces no todas cumplen- los que provocan que actuémos de manera más irracional ante éstas, es decir nos enamoramos de ellas y lo único que hacemos es alabar sus bondades y hablar bien de ellas.

Sin embargo, el proceso contrario para convertirse en una hatemark (vía rápida al infierno de las marcas) es menos camplicado, menos costoso y no requiere tantos esfuerzos. La mayoría de las veces, son situaciones puntuales las que provocan los mayores daños a una marca, algo que se ve alimentado en ocasiones por los medios de comunicación: productos defectuosos, despidos masivos, explotación infantil, contaminación, prácticas monopólicas, etc. Hechos que llegan en poco tiempo a oidos de muchas personas y que éstas a su vez transmiten a otras (hablamos del buzz y el efecto viral).

Ahora antes de seguir en lo que estás haciendo, hechale un vistazo a tu negocio y vé como te perciben tus clientes (internos y externos), proveedores, amigos, colegas, consumidores finales y todos aquellos que en algun momento afectan tu cadena de valor. Las marcas fuertes se construyen sabiendo poner atención y escuchando y observando nuestro entorno.

Vía: Pasión por el Marketing

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